Walter Pitts llegó al hogar de Warren McCulloch quien lo invitó a vivir con su familia y más tarde se daría cuenta de que ese pequeño y joven muchacho se convertiría en el mejor aliado para llevar a cabo su teoría del cerebro.
Los conocimientos de fisiología, medicina y psiquiatría de McCulloch junto a la cultura lógico-matemática de Pitts, los análisis formales de la lógica preposicional de Russell y la teoría de Allan Turing fueron el conjunto de elementos que harían el estallido para presentar el un modelo que explicaba de forma lógico-matemática al cerebro y cómo este trabajaba.
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